Sitges 2010: Día 9. Viernes

Tras dos días sin pisar el festival para dedicarlas a otro tipo de cosas mucho menos divertidas, volvemos con una sesión triple para ponernos en solfa de nuevo. Nos acomodamos en nuestra localidad del auditori y antes de la película aparece Fina Brunet (la presentadora del certamen) y nos presenta al director Àngel Sala que a su vez presenta al convidado de honor que viene a recoger el premio La màquina del temps. Ante nosotros se alza un director de culto que se dispone a hablar ante nosotros, nada más y nada menos que Joe Dante (Piranha, Aullidos, Gremlins, El chip prodigioso, Pequeños guerreros,...). El día anterior nos habíamos perdido al gran Roger Corman, pero tener delante a un discípulo tan avanzado como Joe no es moco de pavo. Tras su parlamento, con una voz suave y dulce, subió al escenario el director Gareth Edwards que nos presentaba su película Monsters. El film no es nada del otro mundo, y pese a llevarse el premio a los mejores efectos especiales, lo fantástico pasa muy desapercibido ante una historia de amor de lo más vulgar. Podría ser un capítulo alargado de la dimensión desconocida, pero no lo decimos en sentido negativo, simplemente que no nos emocionó lo suficiente.

La segunda película de la jornada también tuvo la presentación de el director Matt Reeves (Monstruoso) y los actores principales de la película Chloë Moretz (Kick ass) y Kodi Smith-McPhee (The road). La película Let me in está muy bien, la interpretación también, la historia, de vampiros, no tiene nada que ver con Crepúsculo (afortunadamente) pero hay un pero enorme, y es que hace dos años se hizo otra película igual, pero situada en la fria Suècia en vez de en los Estados Unidos. La pregunta es ¿Hacía falta? Tan solo una respuesta la justifica; en los USA no suelen ver películas europeas. A pesar de ser una buena película no dejaremos nunca de recomendar la original Let the right one in de Thomas Alfredson, si es que hay la opción de elegir.

Para acabar el día, nunca mejor dicho ya que la sesión finalizaba a las 4 de la madrugada, el plato fuerte del festival, la controvertida película A Serbian film, de Srdjan Spajosevic, que venía precedida de polémica y que vino el director a presentar junto al productor. A parte de las advertencias de que si nos marchábamos en aquel momento, nos devolverían en dinero (no lo había escuchado nunca antes en el festival) el director intento justificar lo que íbamos a ver y nos hizo una advertencia: tan solo es una película. Para prepararnos antes hubo dos cortos, uno de ellos con presentación previa Merry little Christmas, con Macarena Gómez que repetía en el festival por cuarta vez este año, en que trata el tema de la violencia de género y que deja realmente mal sabor de boca, aunque mucho peor es lo que la realidad nos depara, como dijo el director. Ya con el largometraje en la pantalla nos adentramos en un mundo realmente horroroso. Realmente ha sido un visionado muy heavy, para estómagos muy curtidos. Desde cinéfilos pensábamos que lo habíamos visto casi todo, y esto ha sido una sorpresa más bien desagradable. No es tanto la violencia explícita, seguramente muchos podrían decir algunos títulos en que lo es más, como lo que nos sugiere. Es difícil hacer una valoración sobre la película. No parece que sea necesaria, no aporta nada al género (no sabría decir que a qué género) seguramente, pero tampoco la condenaría al fuego eterno como algunos críticos han hecho ya. La justificación que hizo el director no nos parece suficiente, el hecho que los serbios hayan vivido alguna guerra en cada generación. Esto parece excesivo. Abstenerse gente sensible, y la mayoría de los mortales que no se lo consideren también. Esta película hace que Holocausto caníbal parezca una película para novicias ursulinas.