Frase cinéfila

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir"

BLADE RUNNER Rutger Hauer

sábado, 15 de noviembre de 2008

LA CUESTIÓN HUMANA, de Nicolas Klotz

La cuestión humana es una película extraña y muy inteligente, con muchas lecturas y provoca una reflexión profunda, por eso, al contemplar su austero y esplendido final (fondo negro y las palabras de fondo), una vez las luces se encienden mientras los títulos de crédito emergen por debajo de la pantalla, no puedes recoger los trastos y marcharte, te quedas sentado, encerrado en ti mismo intentando reflexionar sobre lo que acabas de ver y escuchar.
La película de Klotz cuenta con una interpretación excelente, Mathieu Amalric y Michael Londsdale crean unos personajes sólidos y demoledores, como la sociedad que intentan reflejar, el de un psicólogo de empresa y el director general respectivamente. La música también se erige como personaje omnipresente a lo largo del film, desde Schubert, las Raves y dos interpretaciones completas, una del "cantaor" Miguel Poveda, y un fado interpretado por un anciano (nuestra incultura musical no nos permite decir de quien se trata) cuya mirada nostálgica todavía se encuentra clavada en nuestro interior a pesar de las horas pasadas desde la exhibición. La trama del film inicialmente se ciñe a la investigación que le encargan al psicólogo de una multinacional alemana, Simon, del director general, Sr Klaus Jüst. Los personajes que se van alternando nos ofrecen una imagen de las vidas y existencias frías y calculadoras que ha ido modelando el capitalismo, y la existencia del propio Simon se verá resquebrajada cuando descubra, paulatinamente, que la lógica del sistema se basa en el mismo lenguaje que utilizó el nazismo para solapar el Holocausto. Él mismo ha utilizado los misma táctica eufemística para despedir a los trabajadores que los nazis emplearon con la "Solución Final". En la linea de filósofos como Focault, Derrida o Chomsky cuando hablan de semiótica, está el monólogo de Arie Newman (Lou Castel) al final, lacónico y demoledor (cámara fija, primer plano, sin más artificio que sus palabras), que nos deja, a Simon y al espectador, atónitos ante la reflexión sobre la neutralidad del lenguaje, los peligros que entraña el lenguaje neutro, desprovisto de todo sentimiento, de toda humanidad, el lenguaje politicamente correcto. El final como ya mencionábamos antes, fondo negro y la palabra (escritas si optáis por la versión original) sobredimensionando lo que hemos visto y que nos abre los ojos para no ver nada ...."Moisés, Moshe, mi hermano, Roberto, mi padre, Armand, Miguel, Amos, Hannah, Samuel, Stücke (pedazos), mi madre, mi amor, pedazos, mi hermana, Simón, Magdalena, cada uno de esos cuerpos emergiendo de ese vasto mar desnudo, para caer uno sobre los otros, a pares, en bultos, en el agujero oscuro de la mina. Oscuridad. Un mar de cuerpos enterrados, engullidos". VED TRAILER
Una mirada inquietante al capitalismo y por extensión a nuestra sociedad, inquietante, diferente e inteligente, y ahora que se habla de refundar el sistema, no está nada de más una reflexión de este calibre. Desaconsejada para los que van a desconectar al cine.

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The ecstasy of cinema