Frase cinéfila

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir"

BLADE RUNNER Rutger Hauer

lunes, 27 de abril de 2009

DÉJAME ENTRAR, de Tomas Alfredson

Después de ver Déjame entrar, del sueco Tomas Alfredson, a uno le queda la duda de lo que está viendo. ¿Una película de vampiros? Sí, pero no lo parece en absoluto. Rodada en los parajes helados de un suburbio de Estocolmo, es una película de vampiros, pero parece cine de autor, ochentera (muy bien caracterizada), rodada de manera muy realista, sin nada de sensibleria, un cuento despiadado pero lleno de belleza, tierna y cruel. Dos seres marginales, Oskar y Eli, con 12 años se enfrentan a una sociedad deshumanizada y atroz con el más debil. Su ritmo pausado y los jovencísimos actores hacen de esta cinta una pequeña delicatessen, no en vano ha cosechado una gran colección de premios, entre ellos el Meliés de Oro en el pasado Festival de Sitges. Mención especial merece la escena final de la piscina, impactante y poética a la vez resume a la perfección la totalidad del film a la vez que lo cierra. Si el director no hubiese añadido el epílogo el resultado hubiese sido más redondo. Por cierto, a pesar de que la sinopsis pueda hacer pensar en paralelismos con la saga Crepúsculo, afortunadamente no tiene nada que ver, y suponemos que no gustará a los fans de los vampiros adolescentes hollywoodienses. Una historia de amor, de amistad y un mundo hostil y despiadado. Muy recomendable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo en lo que dices. Sólo añadiré dos cosas: que es excelente la actuación de los dos actores y que es una película que podía haber caído en un sentimentalismo barato del que ha sabido huir. Muy, muy recomendable.

The ecstasy of cinema