Quemar después de leer, de los hermanos Coen

Si tuvieramos que definir la película Quemar después de leer de los hermanos Coen con un solo adjetivo nosotros escogeriamos "inteligente". No es la mejor obra de los Coen, pero es que cuesta mucho superarse si tienes el curriculum que ellos poseen. A medias entre la comedia absurda y el cine político nos llevan de la mano de personajes grotescos a unas situaciones mas grotescas si cabe, pero que nos incitan a la reflexión y entre sonrisa y sonrisa podemos ver una crítica al sueño americano, el dinero y sobretodo, la soledad. Los personajes de la película nos muestran la cara mas amarga de la soledad en unos escenarios y situaciones ridículos. El montaje es soberbio y el ritmo que le imprimen es una obra de relojeria, con los giros estrambóticos a que nos tienen acostumbrados con un guion tremendamente complejo y delirante, y que hará las delicias de los fans de los Coen.
En cuanto a la interpretación sólo decir que cualquiera de ellos podria optar a un premio de la academia: Malkovich, McDormand, Swinton, Clooney y un excelente aunque no tan glamuroso J.K. Simmons. A parte destacar un Brad Pitt excelente, muy lejos de sus registros habituales y donde lleva el peso de la comicidad de la película, inicialmente puede parecer sobreactuado, pero no, es el papel que le habian escrito.
En definitiva, una buena opción para ir a ver, con dirección ejemplar, buena interpretación y un guion lleno de inteligencia y situaciones absurdas e inesperadas.