
La nueva película de Disney-Pixar, Wall.e, vale la pena verla, especialmente los primeros 50 minutos, en que solo hay efectos de sonido, son de auténtica antología. Es posible que nos encontremos ante un nuevo clásico de la animación, con una historia sencilla (una historia de amor entre robots), pero con unos trasfondos profundos si nos fijamos, que van desde el existencialismo hasta el conformismo, tratados de manera casi invisible, una delikatessen. La banda sonora es excepcional y se suma a unos efectos sonoros increíbles (Ben Burtt, sí el mismo de Star Wars, Indiana Jones, E.T.) y unos escenarios que rivalizan con los de la mismísima Akira. Todo esto junto con la "interpretación" de los robots, que son capaces de sacarnos desde la carcajada al suspiro mas tierno, y todo ello sin palabras, lo que dice mucho de la gama de expresiones con que sus creadores les han dotado, y es que hasta casi la primera hora de película no hay palabras, todo son gestos y ruidos, cuando aparecen las palabras, la película flojea algo más. También son de agradecer algunos guiños que se suceden durante la película a obras maestras del cine de ciencia-ficción, siendo la más obvia, Hal 9000... Pese a ser de animación y orientada para el público infantil la recomendamos para todo tipo de público.
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