Verbo, de Eduardo Chapero-Jackson

En la segunda jornada en que asistimos al Festival de Sitges, volvemos con otra producción nacional, en este caso una ópera prima, la de Eduardo Chapero-Jackson, Verbo. Los que siguen este blog ya no les será ningún desconocido pues tiene una exitosa carrera como director de cortometrajes, premiados a lo largo y ancho de este mundo, pero este es su primer largometraje. La película tiene virtudes y defectos, como casi todas, pero en este caso puede que el target de la película fuera el más indicado para la gente de este festival, porque los comentarios oídos en el mismo auditorio, coincidían con la primera impresión. Visualmente es potente a medias, con una estética que va cambiando, desde un drama poligonero (que es lo que puede parecer al principio) se transforma en un videojuego, la verdad, que a mi me dio la risa más que otra cosa, pero la verdad es que está conseguido, puede que el casting fuese irregular más bien. Macarena por desgracia, y a pesar de ser buena actriz, en la caracterización no la consiguen transformar en lo que pretenden. Los actores más conocidos de la cinta tienen papeles muy secundarios, y están al servicio de la película y no del lucimiento personal, que la verdad la película no los aprovecha. La actriz revelación Alba García, con un papel muy complejo sale más que airosa del trance teniendo en cuenta que ni siquiera tiene la preparación para ello, no era actriz profesional. Miguel Ángel Silvestre, Najwa Nimri, Verónica Echegui y Macarena Gómez la acompañan, pero están en papeles muy pequeñitos y no se hasta que punto se pueden considerar desaprovechados o no.
En general la película puede verse, no es nefasta ni nada de eso, y tiene sus puntos a favor, pero yo creo que está pensada para los adolescentes, y los que huimos de ese registro (ya pasó en super 8) nos resulta un tipo de películas algo alejadas de lo que queremos ver, por lo que la valoración no puede ser muy positiva. La música rap, no ayuda tampoco a lo que no somos amantes de ese estilo, pues las letras que llevan mucho mensaje, parecen algo presuntuosas.

Después de la película un postscreening con el director y los actores... y lo que no me convenció de la película, me convenció lo que dijo Eduardo sobre ella. Todos sus razonamientos, sus explicaciones me parecieron razonables y me convenció, pero la lástima es que la película, ahora que ha pasado mas de una semana, sigue sin parecerme apenas pasable, pero el que si me convenció fue Eduardo. Por cierto, una aclaración que el quiere que se sepa. Su apellido no es artístico. Su padre se apellida Chapero y su madre es americana y se apellida Jackson, a pesar de lo que la gente pueda decir, su adolescencia fue muy dura como él mismo reveló y puede que esto estuviera en la gestación de la película, superar problemas típicos de la adolescencia, una etapa dura de la vida.