Frase cinéfila

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir"

BLADE RUNNER Rutger Hauer

martes, 26 de julio de 2011

OVERLOOK, EL HOTEL IMPOSIBLE

El WTF definitivo sobre 'El Resplandor', de Stanley Kubrick. (Rafa Martín)

Rob Ager lleva bastante tiempo analizando películas. Ha tenido que esperar a su extenso comentario de El Resplandor, de Stanley Kubrick, para llamar la atención de los Internets a partir de un sencillo postulado: el Hotel Overlook, lugar donde se desarrolla la acción, no puede existir. En términos meramente espaciales, se trata de una construcción físicamente imposible.

1.- La ventana de la desesperación

Ager dirige nuestra atención, en primer lugar, hacia la ventana del despacho de Ullman (Barry Nelson), administrador del hotel y encargado de explicar a Jack Torrance (Jack Nicholson) la perturbadora historia del antiguo encargado del hotel y sus dos hijas.

¿Os fijáis en la ventana del fondo? Veréis, esa ventana no puede ser.

En esta imagen inferior tenemos al señor Torrance, don “No se preocupe, que eso no me va a pasar a mí”, dirigiéndose al despacho de Ullman (2). A fondo del pasillo está lo que parece una puerta, o bien un ascensor (1). Para los efectos, es lo mismo.

Torrance entra en el despacho de Ullman (3), donde aparece, al fondo, la susodicha ventana. Que da al exterior. Porque es una ventana. Claro. Evidente. Entonces, ¿a dónde diablos lleva 1?

Siguiendo el plano del edificio, que Ager nos presenta en este cómodo diagrama, al fondo debería verse un muro o, versión El Pocero, el hueco de un ascensor.

Lo que no debería verse, es luz. Lo que no debería verse, es una ventana. Lo que no deberían verse, son arbustos. Y helos ahí.

2.- El portal del Infierno

He aquí a nuestros protagonistas caminando por el amplio salón Colorado, escenario de la definitiva ida de olla de nuestro héroe (“Wendy, luz de mi vida, dame el bate”). Como podéis observar, detrás de ellos existen amplios ventanales, la única estructura de separación entre ellos y el exterior.

Ullman, Torrance, Wendy (Shelley Duvall)… doblan una esquina para avanzar por un pasillo. Fijaos en el fondo del pasillo (debajo). Allí existe un espacio adicional, que recorren dos huéspedes cargados con maletas. Esos huéspedes entran en ese espacio desde la derecha, salen por la izquierda. Y aquí la realidad se nos desparrama, porque a la derecha de ese espacio, es decir, por donde entran, SE ENCUENTRA, ESO ES, EL MALDITO EXTERIOR DEL HOTEL.

Ager nos deja aquí otro diagrama:

3.- El pasillo ignoto

La tercera y penúltima de las anomalías del Overlook tarda un poco en llegar, pero cuando llega lo hace como Aladdin regresando a la ciudad tras conocer al Genio: con elefantes, bombos y platillos. Veréis: el apartamento donde residen los Torrance durante su estancia en el hotel ocupa un espacio paralelo a un pasillo con varias puertas que recorren nuestros protagonistas antes de llegar a la entrada al pisito.

Lo que sigue a continuación es un plano secuencia en el que se nos presenta el espacio completo del piso. A grandes rasgos, comienzan en la puerta de entrada y después avanzan hacia el fondo (recorren el pasillo en paralelo y a la inversa) mientras ven las habitaciones.

¿A dónde dan las puertas del pasillo?.

Ager no solo circunscribe el problema al apartamento de los Torrance. Conforme pasa el film veremos más de ese pasillo. Y ninguna, repito, ninguna de sus puertas dan a alguna parte.

4.- El ágape de la podredumbre

La última de las rarezas que comentaremos aquí –así que se acabaron los títulos en plan fase del Quake– es de las más inconcebibles y espectaculares, y se encuentra en la cocina del Overlook. La secuencia está guiada por Scatman Crothers, quien presenta a Wendy Torrance los amplios almacenes de comida del hotel. Comenzando por el congelador. El congelador, cabe precisar, DE LA PUERTA CHUNGA QUE SE ABRE DE FORMA RARA.

Aquí podéis pensar que se trata de un fallo de raccord. Es decir, un mero error de continuidad. Nadie se dio cuenta hasta el montaje final. Olvidemos que esto es una película de Stanley Kubrick, un realizador tan enfermizamente metódico que a su lado Fincher parece Casavettes. Aceptemos barco. Total, que Wendy entra en el congelador, mira los chuletones, examina los solomillos, y todos salen por la misma puerta.

¿Por qué aparecen en un sitio COMPLETAMENTE distinto?

Recordamos: ellos entran por aquí.

Una mano, una puerta y un pestillo … bien, se puede comprender. Relativamente. Pero un espacio completamente distinto entra en el terreno de la decisión deliberada, y con el objetivo último de devorarte la cabeza a un nivel (no tan) subconsciente. He mencionado cuatro de las muchas que hay en este film. El resto se encuentran en el capítulo cuarto de este extenso y minuciosísimo análisis preparado por Ager, que incluye dos vídeos explicativos, narrados por él mismo. Un trabajo del quince.





No hay comentarios:

The ecstasy of cinema