El filme que clausuraba el Festival de Cine de Sitges en octubre, 1408, de Michael Hafstrom, había creado muy buenas expectativas en nosotros, pero nos ha decepcionado bastante. Interpretada por John Cusack y alguna aparición fugaz de Samuel L.Jackson (con un papel típico y tópico americano de hombre misterioso y "malo"), la película explica cómo un novelista de terror (Cusack) trata de encontrar aquellos fenómenos paranormales de los que tanta gente habla y él no cree. Así el personaje pasa por distintos lugares hasta que llega a la habitación 1408 de un hotel, en la que se desarrolla prácticamente toda la película.Reconocemos que está muy bien filmada y ambientada (no es fácil estar una hora y media entre cuatro paredes), pero en algún momento se hace un poco pesada y repetitiva. Aún así, tras algún amago a la hora de finalizar la película, el desenlace está mejor logrado de lo que nos imaginábamos. John Cusack está a la altura y Jackson para lucir en los carteles y atraer público.
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